“The day would be special. The day would be splendid. The day was SATURDAY!” For Ava and her mother, Saturday is their special day, filled with outings, traditions, and most importantly, time together. But today, nothing goes according to plan. From splashed hairdos to an overcrowded park, Ava practices pausing and taking deep breaths before moving on to the next thing - after all, she and her mom are still together on their special day! But when they face just one more disaster, Ava’s mom needs the reminder that they can still create their own special moments together.
I love this book - the opportunity to practice self-regulation, the chance to talk about how sometimes things don’t go according to plan, and most of all, the acknowledgement that even grownups can have meltdowns and need a reminder to take a deep breath.
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“El día será especial. El día será fantástico. ¡Es SÁBADO!” Para Ava y su mamá, el sábado es su día especial, lleno de excursiones, tradiciones, y lo más importante - tiempo juntas. Pero hoy, nada ocurre como habían pensado. Desde peinados destruidos hasta un parque demasiado lleno de gente, Ava aprende a parar y respirar profundo antes de seguir - de todos modos, todavía está con su mamá en su día especial! Pero cuando se enfrentan a un desastre más, la mamá de Ava también necesita un recordatorio de que ellas todavía pueden crear momentos especiales juntas.
Me encanta este libro - la oportunidad de practicar la autorregulación y hablar acerca del hecho de que a veces las cosas no ocurren como planeamos, y más de todo, el reconocimiento de que aun los adultos pueden andar estresados y necesitan un recordatorio para respirar profundamente