Las emociones no tienen color
Cuando Zorro llega al parque vestido en azul, sus amigos le preguntan por qué está triste - pero, ¡la verdad es que no está triste, sino muy contento! Sus amigos le ofrecen ropa del color de la alegría, y cuando se empieza a enojar, le ofrecen primero ropa del color del enojo y luego del color de la calma. Por fin el pobre Zorro grita, "¡BASTA!" tirando la ropa por todas partes, echándole color al escenario gris.